
Es época de pimiento y tomate y hacer conservas caseras son una magnífica manera de aprovechar los productos de temporada durante todo el año. Para ello, es esencial elegir tomates y pimientos de la mejor calidad, como los que produce Frutas y Hortalizas de Fontellas y seguir una serie de consejos para su correcta elaboración.
BENEFICIOS NUTRICIONALES
Las conservas de tomate son nutritivas, mantienen el licopeno (antioxidante) y el potasio, además de fibra y otras vitaminas y minerales. “Los nutrientes se conservan mejor que en el tomate fresco pues la cocción y el procesamiento del tomate en conserva aumentan la absorción del licopeno, pues hace que sea más biodisponible para el cuerpo. El licopeno es un antioxidante que protege las células del daño y refuerza la salud cardiovascular. Este junto al potasio, contribuyen a mantener la presión arterial y el colesterol bajo control y protege el organismo frente a los radicales libres retrasando el envejecimiento celular”, apunta Izaskun Arrarás dietista miembro de la junta del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra.
Además, el tomate aporta fibra, contiene vitaminas como la C, K y el folato “aunque la cantidad de vitamina C pueda disminuir ligeramente con el proceso de conservación”, añade Arrarás.
En cuanto a las conservas de pimiento tienen bajo aporte calórico, son nutritivas, destaca su contenido en fibra y vitaminas como la C, A y el betacaroteno especialmente los pimientos rojos. “Contienen vitaminas y minerales como el potasio, fósforo y magnesio, importantes para la salud ósea y la función celular así como antioxidantes que protegen frente a enfermedades crónicas”, añade Arrarás. “La cocción y el proceso de enlatado puede afectar al contenido de algunas vitaminas aunque el pimiento sigue siendo un alimento nutritivo”.
PROCESO DE ELABORACIÓN DE CONSERVAS
Antes de ponernos manos a la obra, es necesario tener en cuenta una serie de cuidados y consejos ya que entre otros riesgos, el principal a la hora de consumir conservas caseras es el botulismo, enfermedad poco frecuente pero en ocasiones mortal. Por ello, lo primero es la higiene. Todos los utensilios y superficies deben estar bien limpios, principalmente los tarros, de cristal y en perfecto estado, los cuales debemos esterilizar y comprobar que las tapas están en buenas condiciones y se cierran bien para hacer vacío.
Debemos elegir tomates y pimientos en su momento óptimo de maduración y mantener los porodutos refrigerados hasta el momento de la conserva.
Para la conserva de tomate, los escaldaremos para pelarlos bien, haremos unos y los meteremos en agua hirviendo 30 segundos. De ahí a un bol con hielo. También los podemos freir previamente e incluso añadir cebolla si así lo deseamos. Los trocearemos o trituraremos y los meteremos en los botes asegurándonos de que no queda aire en su interior y cerrarlo bien.
El proceso de vacío puede realizarse en una olla convencional o en una a presión.
Según indica la ‘Agencia española de seguridad alimentaria y nutrición’, meteremos los tarros en posición vertical con la tapa hacia arriba. En la olla convencional los sumergiremos en agua hirviendo a 100ºC durante una o dos horas dependiendo del tamaño del tarro o del alimento. Si lo hacemos en una olla a presión, mantendremos la cocción entre 20-60 minutos desde que empiece a salir vapor. Extraeremos los tarros y los pondremos boca abajo mientras se enfrían, para comprobar que el cierre es hermético.
Para las conservas del pimiento, lo ideal es asarlos previemante. Calentaremos el horno a unos 200ºC. Lavaremos bien los pimientos y los hornearemos. Después, los pelaremos y retiraremos pedúnculo y semillas. Reservaremos el líquido de la cocción y cortaremos en tiras gruesas. Meteremos los pimientos en el bote esterilizado y rellenaremos con el líquido reservado. Terminaremos con aceite de oliva hasta que estén cubiertos por completo y realizaremos el sellado al vacío.
Una vez frías las conservas, se almacenarán en un lugar fresco y seco, etiquetadas con el producto que contienen y la fecha de elaboración
Se deben desechar las conservas que presenten abombamiento, óxido, pérdidas de líquido u olores anómalos. Se recomienda como precaución antes de consumirlas, calentarlas a 80 ºC durante al menos 10 minutos ya que de esa forma se destruyen las toxinas que pudieran estar presentes.
Y ya solo quedaría…. Disfrutar!!!!